Reboza y vencerás. No existe alimento en este planeta que no gane siendo rebozado y frito en aceite de oliva. Gana también el tropocientos más de calorías. Pero un día es un día.
Si no te gusta mucho el apio por su sabor intenso, en esta receta tienes la solución.
Ingredientes
-
1 apio
-
2 huevos
-
1 vaso de harina
-
Aceite
Preparación
-
Lava el apio, corta la raíz y las hojas* y corta las ramas en trozos de unos 5 centímetros. Si la rama es muy ancha puedes partirla en dos.
-
Pon las ramas cortadas en agua hirviendo con sal durante cinco minutos, así se quedarán más blandas y perderán parte del amargor. Escúrrelas bien.
-
Bate los huevos en un plato hondo y prepara otro plato con la harina. A mi me gusta utilizar la técnica del doble rebozado para que queden bien crujientes: pasa las ramas hervidas por huevo – harina – huevo – harina y a la sartén a freír con bastante aceite** hasta que estén doradas.
-
Escurre el exceso de aceite en papel de cocina, ponle sal y listo. Sirve de acompañamiento de cualquier plato o de picoteo por sí solas.
*¡¡No tires las hojas!! Con ellas se puede hacer una salsa pesto muy aromática, de la misma manera que se hace un pesto de albahaca.
**Si no quieres gastar demasiado aceite, fríe las ramas en pequeñas tandas en una sartén pequeña.