Si quieres hacer un master de coles, viaja a Alemania. El dominio del ingrediente es asombroso: ensaladas, chucruts, sopas, guisos, pasteles… No me extrañaría que hasta tengan postres con coles.
La col suele echar para atrás por su olor, pero no es lo mismo cocerla que freírla. Además, en esta receta utilizamos col lombarda, que a mi parecer huele menos fuerte que la col blanca. Pero qué os voy a decir yo. Por el amor que tengo a todo los tipos de coles sospecho que podría tener un antepasado germano.
Ingredientes
- 1 col lombarda
- 2 dientes de ajo
- 1/2 vaso de vino blanco
- 1/2 vaso de agua
- 100 gr de nueces
- Aceite y sal
Preparación
Corta la col lombarda por la mitad y quita el tronco. Parte las hojas en trozos pequeños y ponlos a freír en una olla con 4 cucharadas de aceite y dos dientes de ajo. Remueve un poco hasta que la col haya perdido algo de volumen y huela a ajo frito.
Añade el vino blanco y el agua y cocina a fuego lento con la olla tapada removiendo de vez en cuando. Estará lista más o menos en 20 minutos, si no, continúa cociendo hasta que la col esté blanda (a tu gusto).
Parte las nueces en trozos más pequeños (con las manos o con un mortero), añádelas a la olla y remueve. Puedes guardarte unas pocas nueces para decorar.
Sirve bien caliente como plato único o como guarnición.
La col casa muy bien con todo tipo de frutos secos y también con manzana, puedes probar a cambiar la receta. No tengáis miedo a ser creativos. Si «tuneáis» alguna de las recetas a vuestro gusto, ¡compartidlo con nosotros!