Escuché por primera vez hablar del cuscús de coliflor viendo los capítulos que televisión española dedicó a la historia del Bulli. Desde entonces lo he visto en innumerables preparaciones combinado con los más variados ingredientes.
Es cierto que con el color verde del brócoli no se consigue ese «trampantojo» con la sémola del cuscús, pero también es resultón. Yo lo he preparado muy sencillo, pero este plato admite casi todo lo que te imagines.
Ingredientes
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1 brócoli
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1 tomate grande
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3 chalotas
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1 vaso de garbanzos cocidos
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Un puñado de pasas rehidratadas en agua, escurridas
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Especias al gusto (pimienta, cominos, curri…)
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Aceite de oliva
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Sal
Corta el tomate y la chalota en dados y sofríelos en una sartén con aceite y sal. Cuando estén hechos, añade las pasas escurridas y los garbanzos cocidos y reserva.
Lava el brócoli y sécalo. Para cortarlo tienes tres opciones.
Versión 1: con picadora
Corta las flores desechando las ramas más grandes. Ponlas en el vaso de la picadora y tritura hasta que parezca sémola.
Versión 2: raspado a cuchillo
Sin cortar el tallo, raspa con un cuchillo de sierra los «granitos» del brócoli y déjalos caer en un bol. Apura lo que puedas. El resto del brócoli (los tallos) lo puedes guardar para otra preparación.
Versión 3: picado a mano (mi elección)
Si no tienes una picadora, como es mi caso, y quieres apurar los tallos, ármate con un buen cuchillo y una buena tabla de cortar y pica finos los ramilletes, con la intención de que parezca sémola.
Pon el brócoli en un recipiente apto para microondas, añade tres cucharadas de agua, sal, tapa, y calienta 5 minutos a máxima potencia. También se puede hacer al vapor convencional, o si no te importa que cruja, no cocinar el brócoli para nada.
Mezcla el sofrito con el cous cous de brócoli y condimenta con tus especias favoritas.